Las municipalidades de tres de los cuatro cantones más densamente poblados de Costa Rica afirman tener disponibilidad de nichos de alquiler en sus cementerios.
De acuerdo con datos correspondientes a la densidad de población proyectada y estimada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) al 1.° de julio de 2021, los cuatro cantones más densamente poblados son: Tibás (10.349,4), San José (7.836,8), Curridabat (4.987,1) y Alajuelita (4.467,3).
La densidad de población se refiere al número promedio de habitantes de un área urbana o rural en relación a una unidad de superficie.
De estos cuatro cantones josefinos, el único que no tiene espacio en su cementerio municipal es Tibás. Según comentó Jose Cojal, encargado de prensa y comunicación de este municipio, el cementerio actualmente está al 100% de su capacidad.
“El problema es que no hay algún espacio o algún terreno donde extenderse, por eso es que se está trabajando en un proyecto de cinerarios bajo un contrato anual y va a tener el valor de ¢25.000. Eso como es un espacio más chiquitito ya se está dando un espacio en el cementerio para que en enero o marzo del próximo año se pueda estar implementando y anunciarlo a la comunidad. Además, el otro año se va a trabajar en una capilla de velación”, dijo Cojal.
En este cementerio municipal el alquiler de los nichos es por cinco años y tiene un costo de ¢21.000.
Por su parte, los seis cementerios (Zapote, Pavas, Corazón de Jesús, Uruca Sur, San Sebastián y Calvo) de la Municipalidad de San José no tienen ningún problema de disponibilidad de los nichos de alquiler.
Como los nichos también se alquilan por un período de cinco años, por recomendación del Ministerio de Salud, entonces cada quinquenio se procede a hacer las listas de los fallecidos que ya llevan ese tiempo en el cementerio y se invita a las familias a que vayan para exhumar (desenterrar) los restos, ya sea para cremarlos o trasladarlos a una fosa. Este ejercicio permite que haya disponibilidad de nichos de alquiler.
De acuerdo con Carolina Solano, jefa de Mercados y Cementerios de la Municipalidad de San José, “pasados los cinco años se les informa (a los familiares), se les notifica, se publica en La Gaceta y se les dan tres meses a las familias para que hagan la gestión. Si la familia no responde (...), entonces lo que hacemos es que los pasamos a un osario con el nombre de cada uno y todavía ahí las familias tienen derecho a reclamarlos. Una vez que se llena el osario, entonces ahí sí se trasladan a una fosa común; podría decirse que casi que se está dando un año en ese interín. Ya por estar en el osario nosotros paramos el cobro”.
Cada cinco años se procede con exhumaciones internas (...) A los nichos siempre se les da rotación, entonces siempre tienen disponibilidad.
— Katia Durán, encargada de procesos cementerios de la Municipalidad de San José
El alquiler por cinco años de un nicho ubicado en alguno de los cementerios municipales del cantón de San José es de ¢185.060 e incluye el mantenimiento y la apertura del nicho. Este monto solo se debe cancelar una vez y “le da derecho al uso de la instalación, a tener un espacio para despedirse del cuerpo e introducir el cofre y la tapa (...)”, detalló Solano.
Un aspecto relevante es que los nichos de alquiler solo podrán ser ocupados por los fallecidos que residían en el cantón. Además, se solicita el acta de defunción de la persona, y tres testigos que lleguen con la cédula de identidad del fallecido y que estén al día con los impuestos municipales.
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Las defunciones inscritas incrementaron un 19,68% entre 2020 y 2021; de acuerdo con datos de la Unidad Estadística del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Imagen con fines ilustrativos. (Lilly Arce Robles.)
Otro cementerio municipal donde también hay nichos de alquiler disponibles es el de Curridabat; allí la condición es que los fallecidos deben tener como domicilio electoral el cantón de Curridabat.
Actualmente, el alquiler por cinco años de un nicho para adultos cuesta ¢70.000 y para niños el precio baja a ¢35.000; precisó Rafael Ángel Ávila, administrador del cementerio municipal de Curridabat.
“A los cinco años hay que revisar el cuerpo para ver si sale o no sale. Cuando nosotros alquilamos un nicho hacemos contrato y me queda un número de teléfono y el nombre de una persona allegada (al fallecido). Entonces se le dice que el cuerpo no sale hasta el otro año (...)”, comentó Ávila.
El año de prórroga implica pagar ¢13.000 adicionales.
“Ahora, si (el allegado al fallecido) dice que el cuerpo está y que pueden trasladarlo, entonces yo lo exhumo administrativamente y si lo van a trasladar tienen 10 días hábiles para hacer el trámite. Eso sí, primero se revisa y se cobran ¢18.547 (por la apertura)”, agregó el administrador de este cementerio.
Por otro lado, el cementerio municipal de Alajuelita, el cuarto cantón más densamente poblado de Costa Rica, tiene nichos de alquiler disponibles, cuyo costo es de ¢60.705. Este monto cubre los cinco años de arrendamiento y la apertura del lote.
Aunado a esto, cada tres meses se debe cancelar ¢2.278 por concepto de mantenimiento.
Francisco Chinchilla, encargado del cementerio municipal de este cantón, indicó que los nichos únicamente pueden ser ocupados por los fallecidos que eran vecinos del cantón. También, es necesario que un allegado al difunto presente una copia del certificado de defunción y la cédula de identidad del fallecido.
De acuerdo con los artículos 41 y 44 del reglamento del cementerio, el alquiler es únicamente por cinco años y una vez vencido el plazo, la municipalidad queda facultada para exhumar o sacar los restos y trasladarlos al osario general o lo que se conoce como fosa común.
— Francisco Chinchilla, encargado del cementerio municipal de Alajuelita
Finalmente, un artículo publicado por EF, el pasado 16 de noviembre, expone que la adquisición (compra) de un lote en el camposanto de una funeraria más su apertura puede costar, al menos, ¢1,4 millones, aproximadamente; sin tomar en cuenta el costo anual del mantenimiento.