La geografía del cantón central de Cartago, confinado en aproximadamente 279 kilómetros cuadrados y rodeado por las faldas del volcán Irazú y la cordillera de Talamanca, configura un escenario logístico complejo. La ciudad depende casi exclusivamente de la Ruta Nacional 2 (Carretera Interamericana) como su arteria principal norte-sur, careciendo de anillos periféricos efectivos que permitan desviar el flujo vehicular sin atravesar el casco urbano.
A esta limitación de infraestructura física se suma una carga demográfica flotante significativa. La presencia de centros educativos superiores como el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), con una población estudiantil que supera los 12.000 alumnos, y el flujo constante hacia la sede de la Universidad de Costa Rica (UCR) en San Pedro, generan una dinámica de movilidad pendular que no se limita a los horarios de oficina tradicionales.
Para dimensionar el comportamiento real de este flujo, El Financiero ejecutó un análisis de datos con ayuda de la IA mediante simulaciones de tráfico para un día entre semana con la plataforma Google Maps.
La muestra midió los tiempos de desplazamiento en la ruta que conecta la Basílica de los Ángeles con el Paseo Metrópoli (aproximadamente 4km), estableciendo una línea base ideal de 8 minutos en condiciones de libre tránsito.
Los resultados arrojan que el concepto de “hora valle” (horario de baja afluencia) durante el día no aplica para el centro de Cartago.
La saturación del casco central cartaginés no es un fenómeno aislado; es el síntoma de un colapso mayor en los accesos de la provincia. Los trabajos y el volumen vehicular en La Lima y Taras funcionan como un tapón que devuelve la presión hacia el interior de la ciudad.
Si las salidas están bloqueadas, el centro se puede desahogar en las primeras horas. Esta dinámica provoca que, aunque ciertos tramos hacia Paseo Metrópoli o a la Basílica muestren una fluidez engañosa, la red vial colapsa en nodos críticos como las inmediaciones del Cementerio General o el sector este de la Basílica.
Los datos del monitoreo en la arteria principal sirven, por tanto, como un termómetro proporcional para el resto del cantón: si la vía principal está saturada, las rutas alternas internas están más desbordadas.
La aceleración matutina
Los datos indican que el ciclo de congestión inicia durante la salida del sol. Entre las 5:00 a. m. y las 5:30 a. m. se registra un salto del 40% en el tiempo de viaje, pasando de condiciones libres a un estado “moderado creciente”.
El punto de saturación máxima, se alcanza a las 6:30 a. m. A partir de este momento, cruzar el centro de la ciudad toma entre 15 y 16 minutos, duplicando el tiempo estándar de recorrido. Este pico de congestión se mantiene estable y sin variaciones hasta las 9:00 a.m.

La inexistencia de la “hora valle”
Uno de los hallazgos más relevantes del análisis es el comportamiento del tráfico en la franja intermedia del día. Contrario a la tendencia de otras ciudades del Gran Área Metropolitana (GAM), donde se observa una disminución de la carga vehicular a media mañana, Cartago presenta una “meseta” de congestión constante.
Se registró que entre las 9:00 a. m. y las 4:00 p. m., los tiempos de viaje oscilan entre 13 y 15 minutos. Específicamente, a las 10:00 a. m. el recorrido tarda 13 minutos, y a las 12:30 p. m. sube nuevamente a 15 minutos, igualando los tiempos de la hora pico matutina.
Esto sugiere que la actividad comercial, sumada al flujo universitario y el transporte de mercancías que no tiene rutas alternas, mantiene la capacidad de la vía al límite durante todo el bloque diurno.
El segundo bloque de alta congestión inicia a las 4:00 p. m., pero su finalización se extiende más allá de los horarios habituales de cierre comercial.
La simulación arrojó que a las 8:00 p. m., la plataforma de monitoreo aún clasifica el tráfico como “pesado”, con un tiempo de recorrido de 14 minutos. Este dato contradice la percepción de que el flujo se normaliza a las 7:00 p. m.; en la práctica, la saturación se mantiene elevada hasta bien entrada la noche.
La “descompresión” real de la arteria vial, donde los tiempos retornan a la línea base de 8 minutos, solo se materializa en la franja entre las 8:30 p. m. y las 5:00 a. m.
A continuación, se detalla la matriz de congestión resultante del análisis de datos para la ruta Basílica - Paseo Metrópoli:
| Rango horario | Nivel de congestión |
|---|---|
| 10:00 p. m. - 05:00 a. m. | Nula (8 minutos) |
| 05:00 a. m. - 06:30 a. m. | Media (11-13 minutos) |
| 06:30 a. m. - 09:00 a. m. | Máxima (15-16 minutos) |
| 09:00 a. m. - 4:00 p. m. | Alta constante (13-15 minutos) |
| 4:00 p. m. - 8:30 p. m. | Máxima extendida |
| 8:30 p. m. - 10:00 p. m. | Bajando |

Solo existen dos ventanas de tiempo efectivas para transitar sin demoras significativas por esta ruta: la madrugada (antes de las 5:00 a. m.) y la noche tardía (después de las 9:00 p. m.).
Durante el resto de las 16 horas operativas del día, los conductores enfrentan tiempos de traslado que superan entre un 60% y un 100% el tiempo ideal de recorrido.
