Un 61% de los granos básicos consumidos en Costa Rica entre 1998 y 2011 provino del exterior.
Los datos del Estado de la Nación revelan que es en el abastecimiento de frijol donde el país tiene una mayor dependencia del mercado internacional (73% en el periodo en estudio), seguido por el maíz (69%) y el arroz (34%).
Más allá de la añeja discusión sobre la conveniencia de producir en lugar de importar, la situación del país impone un nuevo debate sobre la seguridad de la cadena de abastecimiento de estos alimentos básicos para la población.
La investigación “Seguridad Alimentaria y el cambio climático en Costa Rica: granos básicos” identifica a siete países como los principales socios comerciales del país en lo que respecta a granos básicos.
Durante el periodo de estudio, el arroz se importó fundamentalmente de Estados Unidos, El Salvador y Colombia. Costa Rica se abasteció de frijol nicaragüense y chino, y maíz guatemalteco y mexicano.
¿Es segura esta cadena de abastecimiento?
Consecuencias
Es una interrogante que invita a los productores a ser creativos y a las autoridades a elaborar planes reales de contingencia.
“Al mundo le queda mucho por producir, pero si no prestamos atención se nos puede volver en contra y tendríamos que llegar a pagar muy caro por estos productos”, comentó Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara de la Nacional de Agricultura .
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) sostiene que una marcada dependencia de importaciones y el mercado internacional redunda en un menor margen de acción para enfrentar crisis mediante políticas públicas.
Además, aumenta la vulnerabilidad ante decisiones internas de los países proveedores e incluso a los efectos del cambio climático sobre los cultivos mundiales.
A nivel local, un momento de riesgo se vivió en 2014, cuando la industria nacional de frijol alertó por una escasez del grano solo por haberse limitado las importaciones provenientes de Nicaragua.
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¿Por qué?
El comercio no es amenaza ni panacea para el agro, y el país no tiene la capacidad para producir la totalidad de lo que la dieta costarricense exige.
En 2014, el país produjo 146.054 toneladas de arroz, pero consumió 220.277 toneladas.
“Sería mentir si decimos que no hemos descuidado el consumo interno. Se debe mejorar en calidad, inocuidad y productividad”, comentó Carlos Monge, presidente ejecutivo del Consejo Nacional de Producción.
Al mismo tiempo, Costa Rica debe cumplir con ciertas disposiciones contenidas en tratados comerciales.
Por ejemplo, el acuerdo comercial con China exige que Costa Rica permita el ingreso de 10.000 toneladas de frijol por año.
El panorama se completa con cambios en las preferencias de consumo del mercado, precios de colocación bajos, desincentivos crediticios para el sector agrícola y un mayor énfasis en la producción de bienes para la exportación.
“Cómo va a estar el productor motivado si al sector agropecuario solo se le gira un 3,16% del total del crédito nacional, y producimos un 19% del PIB, no se compensan las cosas”, enfatizó Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara de la Agricultura.