La posibilidad de recibir un aumento salarial es siempre una buena noticia para las personas trabajadoras, pero el monto que usted puede esperar en 2026 dependerá de su formación, de su ocupación e, incluso, del sector en el que labora, pues el Ministerio de Hacienda ha establecido varias condiciones para realizar un ajuste a los empleados públicos.
En el caso del sector privado, el Consejo Nacional de Salarios aprobó un aumento general del 1,63% para los salarios mínimos, que regirá a partir del 1º de enero de 2026.

Este ajuste se aplicará de forma obligatoria a todas las ocupaciones contempladas en el decreto de salarios mínimos.
Además del aumento general, se establecieron ajustes diferenciados para algunas categorías: las ocupaciones especializadas recibirán un 2,18%, los técnicos medios en educación diversificada un 2,50% y el trabajo doméstico tendrá un alza de 3,96%,
Así, para trabajadores de jornada completa, el ajuste implicará diferentes montos según su formación y ocupación. El incremento más significativo lo recibirán las personas son bachillerato universitario, como lo muestra la siguiente tabla.
El aumento fue consensuado entre patronos, trabajadores y representantes del Estado, aplicando una metodología que considera la inflación y la productividad nacional. De hecho, es el incremento más bajo de los últimos años, producto de la desaceleración en el costo de vida medido por el Índice de Precios al Consumidor y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del país.
Para este año 2025, el aumento aprobado fue de 2,37%.
Brechas salariales
El salario mínimo, que los empleadores deben pagar a sus trabajadores por sus labores, es fijado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Más allá de ese mínimo, existe una marcada diferencia salarial entre las personas que laboran en las zonas francas del país y el resto de trabajadores del sector privado, como lo muestra un reciente informe de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), titulado "Zona franca: 35 años construyendo valor para Costa Rica".
La publicación señala que el salario bruto mensual promedio dentro de ese régimen ha mantenido un importante crecimiento en los últimos años, pasando de $1.686 en 2020 a $2.319 en 2024, un aumento cercano al 38%.
Ese salario es casi dos veces mayor que el promedio nacional, que más bien se redujo levemente desde 2020 y llegó a $1.169 mensuales el año pasado. Esto significa una diferencia de $1.150 por debajo del promedio en las zonas francas, cerca de ₡577.300 al tipo de cambio actual.
Además, en Costa Rica todavía existen más de 264.000 personas ocupadas que cumplen jornadas semanales de 40 horas o más y que ganan menos del salario mínimo, en todos los empleos.
Esto resulta en una tasa de “subempleo invisible” de 12,3%, según el estudio “Dinámicas laborales pospandemia en Costa Rica (2019-2025)”, elaborado por el Observatorio Económico y Social (OES) de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA).
El mismo estudio indica que el crecimiento del empleo en los últimos años ha ocurrido en actividades que demandan secundaria completa o formación universitaria. En contraste, los niveles educativos inferiores han experimentado una pérdida neta de empleos en los últimos años.
El sector público
La posibilidad de un aumento salarial en 2026 es más incierta para los trabajadores del sector público, tras varios años de tener sus salarios congelados —desde 2022— por causa de la regla fiscal.
El Proyecto de Ley de Presupuesto Ordinario y Extraordinario de la República para 2026, presentado por el Ministerio de Hacienda, establece que todas las entidades deberán incorporar en su previsión anual de remuneraciones y contribuciones sociales un ajuste de hasta ₡10.000 por concepto de incremento por costo de la vida.
Sin embargo, ese monto debe entenderse como una provisión presupuestaria, no como un aumento automático o definitivo, según lo aclaró ese ministerio ante una consulta de El Financiero.
Es decir, el ajuste solo se aplicaría si se emite un decreto oficial que lo autorice para el periodo correspondiente, luego de los lineamientos de política salarial del sector público.
Además, este aumento se aplicaría únicamente al salario base de los puestos regidos por la escala de salarios compuestos, siempre que, “al momento de la entrada en vigor del incremento, con este ajuste no sobrepasen el monto de referencia del salario global establecido para cada clasificación”. Así lo establece el proyecto presentado por Hacienda.
El salario “compuesto“ consiste en un monto base al cual se le añade una serie de componentes, tales como anualidades, carrera profesional, dedicación exclusiva, recargos, zonaje y otros incentivos específicos.
Por el contrario, el salario global es un esquema de pago que establece un monto único que el funcionario recibe por su trabajo.
Alrededor del 87% de los puestos del sector público se encuentra en la categoría de salarios compuestos. Es decir, unas 134.487 personas podrían resultar beneficiadas con el aumento si estuviesen dentro del tope establecido.
Mientras tanto, 20.236 funcionarios que están en puestos con salario global quedarían por fuera del ajuste.
El presupuesto 2026 debe ser aprobado en segundo debate a más tardar el 29 de noviembre de este año.
