Presentado por: MCDONALD'S
Mientras Space Jam llenaba cines con la inesperada dupla de Bugs Bunny y Michael Jordan, en San Rafael de Alajuela una empresa costarricense vivía su propia historia de despegue. Impresora Delta trabajaba en silencio en lo que sería un punto de inflexión: la producción de su primera Cajita Feliz para Corporación McDonald’s.
Aquella caja, inspirada en el icónico filme, no solo salió bien impresa. Marcó el inicio de una relación estratégica que evolucionaría de un pedido local, iniciado en 1987, a una alianza de escala regional con la cadena de servicio rápido de alimentos más grande del mundo.
“La primera Cajita Feliz que hicimos para Corporación McDonald’s fue la de Space Jam, y nos ayudó a posicionarnos dentro del negocio. Fue el verdadero brinco”, recuerda Sergio Capón, gerente general de Impresora Delta.
25 millones de cajas mensuales
Impresora Delta produce para McDonald’s alrededor de 25 millones de empaques al mes, equivalentes a unas 400 toneladas de producto, que se distribuyen a restaurantes de Costa Rica, Centroamérica, el Caribe, México y Puerto Rico. Su portafolio incluye desde empaques para papas y hamburguesas, portavasos, cajas familiares y por supuesto, la Cajita Feliz: todos con el sello hecho en Costa Rica.
“Cuando viajo a los mercados donde exportamos, me encanta ir a un restaurante McDonald’s, pedir algo, y saber que esa cajita la hicimos nosotros. Pero lo más bonito es escuchar eso mismo de nuestros colaboradores, cuando viajan y se topan con un producto hecho en su comunidad”, dice Capón.
Lo que empezó en 1987 como un proveedor local, hoy es una empresa de categoría mundial que sigue produciendo desde una planta ubicada en San Rafael de Alajuela, donde trabajan más de 230 personas, muchas de ellas vecinas de la zona.
Del restaurante a la fábrica
Uno de los mayores orgullos de Impresora Delta es su modelo de economía circular, desarrollado en conjunto con la empresa aliada Empaques Santa Ana y Arcos Dorados, la franquicia que opera McDonald’s en Costa Rica.
El ciclo es así: las cajas de cartón utilizadas en los restaurantes son recolectadas, enviadas de vuelta a la planta de reciclaje del grupo y convertidas nuevamente en materia prima para fabricar nuevas cajas. Un proceso que evita desperdicios y cierra el ciclo productivo de forma sostenible.
Además del modelo de economía circular que opera junto a Empaques Santa Ana —empresa hermana del Grupo Comeca—, Impresora Delta garantiza que la materia prima utilizada proviene de fuentes renovables.
“Producimos nuestras cajas con el mismo cartón que sale de los restaurantes. Incluso reutilizamos nuestros propios recortes de producción”, explica Capón.
A esto se suma la certificación FSC (Forest Stewardship Council), que garantiza la cadena de custodia de los materiales desde el árbol hasta el empaque final. Es decir, cada empaque cuenta con una trazabilidad completa de origen sostenible.
“Por iniciativa de McDonald’s, también certificamos nuestra operación con FSC. Esa cadena de custodia arranca desde el cultivo responsable de los árboles, pasa por los molinos que fabrican el papel, y se transfiere a nosotros como productores finales. Las cajas llevan el sello FSC impreso, con nuestro número de certificación, para asegurarle al consumidor que está recibiendo un producto ambientalmente responsable”, detalla el gerente.
La planta también cuenta con programas de tratamiento de aguas, eficiencia energética y manejo responsable de recursos, participando en iniciativas como Bandera Azul Ecológica y CDP –el cual mide el impacto de huella de carbono- e implementando certificaciones como ISO 9001, ISO 50001, y BRC-Packaging.
“Las certificaciones no garantizan un contrato, pero son la llave de entrada. Lo que viene después es sostener el estándar todos los días”, afirma el gerente.
Inclusión que transforma
Detrás de cada empaque hay historias humanas. Delta es una empresa que no solo da empleo, sino que apuesta por la inclusión laboral y lo respalda con evidencia: con un 10% a 15% de su equipo compuesto por personas con discapacidad.
“Empezamos dando tareas muy manuales, pero hoy tenemos colaboradores con discapacidad operando montacargas o trabajando en recursos humanos. Incluso nuestros supervisores ya se comunican con lenguaje de señas”, cuenta Capón, visiblemente orgulloso.
Este enfoque refleja los valores que comparten con Arcos Dorados y la estrategia Receta del Futuro, que guía el compromiso ESG (ambiental, social y de gobernanza) de la cadena.
Reconocimientos, aprendizajes y futuro
La trayectoria no ha pasado desapercibida ante los ojos de su cliente más importante: en varias ocasiones Impresora Delta ha sido reconocida como Mejor Proveedor del Año por McDonald’s en Costa Rica, Panamá y México. También ha recibido distinciones por innovación y abastecimiento asegurado.
La empresa se prepara para una nueva etapa marcada por la mejora continua. En palabras de su gerente general:
“El mundo cambia a un ritmo acelerado. No podemos conformarnos con lo que hacemos hoy. Tenemos que aspirar a ser mejores cada día”.
A 55 años de la llegada de McDonald’s a Costa Rica, historias como la de Impresora Delta revelan el valor que tiene desarrollar proveedores nacionales con visión global. Empresas que no solo entregan productos, sino también compromiso, impacto social y orgullo costarricense.

Para

BRAND VOICE es la unidad de generación de ideas y contenidos de GRUPO NACIÓN para las marcas con distribución en sus plataformas digitales y redes sociales. Este contenido fue producido para un anunciante y publicado por Brand Voice.