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¿La innovación vale la pena y da resultados? ¿Es mejor seguir con lo probado que perder dinero en aventuras con ideas nuevas? ¿De qué sirve en épocas de crisis? Más bien la innovación debe ser parte del modelo de negocios y estar incorporada en su funcionamiento rutinario.
Según la firma estadounidense Bain & Co. así es como muchas empresas de tecnología, de la industria de la moda y de venta al detalle operan, reinventando continuamente su línea de productos y su marca a través del trabajo colaborativo y en equipo de sus creativos y de sus ejecutivos.
OPERACIÓN INNOVACIÓN CONTINUA
-La innovación surge en colaboración. El trabajo colaborativo favorece el surgimiento de la innovación, por lo que es se debe incorporar talento creativo y talento ejecutivo que vean las dos caras de una idea. Los creativos se enamoran de la idea y no saben cómo concretarla; los ejecutivos no saben dónde hay que hacer cambios y prefieren la monotonía, los viejos métodos y odian el cambio. Pero los creativos reconocen qué se debe cambiar y los ejecutivos su factibilidad de éxito en el mercado.
-Identifique a los creativos. La creatividad y el análisis son rasgos de la personalidad que no todas las personas poseen. Unas son creativas y otras analíticas, afirman en Bain: “Si en su empresa no tiene personas muy creativas, usted no conseguirá la innovación. La mayoría de las empresas en otras industrias ignoran esta lección”.
-Formalice ambas funciones en la estructura de la empresa. Las tareas creativas y las tareas ejecutivas deben ser incorporadas formalmente en la estructura de la empresa, ya encargando a alguien de estas responsabilidades, con asesores externos o con departamentos especializados, dependiendo del tamaño de la empresa. Determine las áreas funcionales, tareas y decisiones corresponden a los creativos y a los ejecutivos. Asimismo, incorpore asesores externos que puedan ayudar a la empresa a obtener el equilibrio. ¡Y diríjalos Usted para que trabajen como un equipo, no como rivales!
-Más allá de las patentes o los componentes de un producto. La innovación va más allá de un invento y una patente. Implica ver o imaginar un panorama completo y cómo la empresa se adapta a nivel de producción, logística, comercialización, mercadeo, recursos humanos y otras áreas operativas, donde lo central no es perfeccionar los componentes del producto sino mejorar la experiencia del cliente.
-Establezca objetivos claros. Como en todo trabajo de equipo se presentarán presiones y tensiones de ambos lados (creativos versus ejecutivos), por lo que se debe establecer objetivos, metas y resultados esperados que deben alcanzar en conjunto, para que se pueda combinar los beneficios de un trabajo descentralizado –cada uno con sus responsabilidades- con el de una dirección centralizada: la suya. Incluso se pueden crear unidades de innovación por marca y centro de coste, donde se opere con el binomio creativos-ejecutivos, pero debe establecerse la dirección unificada para garantizar el trabajo en equipo.
-Genere plataformas de capacidad. Son unidades que construyen las competencias (conocimientos, habilidades y destrezas) que las unidades de innovación pueden compartir para la generación de ideas con economías de escala y que ayudan a que los ejecutivos convencionales no maten las buenas ideas o fomenten las malas, así como para evitar que los analistas financieros lleguen a podar los nuevos proyectos.
-Mantenga al cliente como centro de la innovación. La innovación no puede apartarse de las necesidades y problemas de los clientes, por lo que las empresas deben tener claridad sobre las demandas de sus mercados. Tenga en cuenta que “el juez último de la innovación es el mercado, no una persona de rango superior o comité de la organización”.
-Articule las acciones necesarias para la innovación. Tenga en cuenta la amplia gama de actividades que son necesarias para mejorar la innovación: administración visionaria, para transformar las ideas en productos, financiar la cartera de productos, marketing, ingenieros para aumentar la eficiencia y la rentabilidad a través de mejoras en el costo o la calidad.