Opinión

Soteriología del amor

Columna Embriaguez del Pensamiento

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¡El príncipe azul! ¡El alma gemela! ¡La media naranja! ¡El pájaro azul de la felicidad! ¡El hombre o la mujer “que habían de venir”! ¡El ser providencial destinado desde siempre a conferirle sentido a mi existencia! ¡Ay, ay, ay: es tan estúpida la criatura humana! Nada tan absurdo como esta concepción jansenista del amor erótico: la Gracia, la Salvación tienen que provenir de un agente exógeno, sin él no tenemos recursos internos para forjar nuestra propia felicidad, así sea la vivencia del éxtasis supremo o la más discreta forma del bienestar.








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