Pronto empezará oficialmente la campaña electoral y tenemos un compromiso con el país para elegir bien a nuestros representantes.
Es imperativo que el voto derive de una reflexión seria y razonada. Para esta escogencia es fundamental que nos informemos detalladamente sobre propuestas de candidatos y partidos, aunque también sobre sus actuaciones pasadas.
Debemos prestar atención a los medios serios y ver con cuidado afirmaciones subjetivas y exageradas en las redes. Lea, escuche fuentes diversas pero preste atención a quienes dan elementos para verificar sus aseveraciones.
Cuando acuda a las urnas piense que el país está urgido de gobernabilidad y que la fragmentación legislativa, aunque sea un elemento de representatividad, produce presidentes minoritarios y hace cada vez más difícil la gobernanza. Quebrar el voto puede producir control político, pero también dispersión y parálisis.
En estos meses hay que informarse continuamente en fuentes variadas, seguir la campaña, ver los debates, analizar el discurso de los candidatos e ir más allá de slogans y consignas.
Preste atención a las encuestas, pero de aquellas compañías inscritas en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), esa inscripción es garantía de objetividad y evita las manipulaciones de los traficantes de opinión.
Exija a los candidatos experiencia en lo público, conocimiento de lo privado y formación académica, es crucial no elegir improvisados.
Más allá de propuestas es importante la publicación de la trayectoria personal de las candidatas y candidatos
Una sola persona no salva a un país y nuestros representantes deben contar con equipos sólidos y experimentados, la improvisación se encuentra detrás de nuestros males.
Evite los vendedores de humo que pretenden solucionarlo todo de la noche a la mañana, la situación del país es seria, aunque hayamos perdido la confianza en la política y sus instituciones, no podemos pasar a creer en cualquier cosa.