El déficit fiscal (diferencia entre ingresos y gastos, incluyendo intereses) del Gobierno Central, se ubicó en 1,03% del Producto Interno Bruto (PIB) a febrero del 2019. El dato es casi igual al 1,0% registrado un año atrás.
El desbalance entre ingresos y egresos acumuló un déficit financiero de ¢387.022 millones.
Por su lado, las entradas de dinero por concepto de tributos crecieron 16,3%, muy por encima del 4,5% visto hace un año.
Esto se explica, principalmente, por el comportamiento positivo del impuesto a los ingresos y utilidades (56,1%) y del impuesto general sobre las ventas (4,7%). En el primero, tuvo particular influencia la amnistía tributaria establecida en la Ley 9.635, Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, anotó el comunicado de prensa emitido la mañana del 18 de marzo por el Ministerio de Hacienda.
Al mismo tiempo, los gastos totales pasaron de crecer 2,8% en febrero del 2018, a 14,9% al acumulado del mismo mes en 2019.
En ese lapso, las transferencias corrientes mantuvieron el mismo peso como porción del PIB y las remuneraciones lo redujeron (0,05 puntos). Sin embargo, el pago de intereses y otros gastos aumentaron.
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Los intereses alcanzaron 0,33% del PIB, un 40,5% más que hace un año.
La ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, destacó nuevamente su intención de acudir al mercado internacional.
“Vemos como el pago de intereses continúa siendo la carga más importante dentro del gasto, razón de peso para insistir en nuestra propuesta de buscar financiamiento en mercados internacionales para mejorar las condiciones que tenemos”, explicó Aguilar.
También este 18 de marzo, voceros del Banco Nacional, Banco de Costa Rica, el Banco Popular y el INS también se aliaron al Gobierno en el llamado de aprobación del proyecto de eurobonos que hace fila en el Congreso.