La pandemia agitó los esquemas sanitarios del mundo, y en medio de esta crisis, Costa Rica ha demostrado una vez más que tiene un sistema de salud de primer nivel.
Mientras la salud de la población se enfrenta a una enfermedad altamente contagiosa y los medios internacionales destacan la labor del país, el COVID-19 representa un reto para las finanzas de la seguridad social.
Las arcas de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) se ven embestidas por una crisis sanitaria de alguna forma imprevista por las autoridades varios meses atrás. El menor crecimiento de los ingresos por cotizaciones obrero-patronales se da, por un lado, al alto nivel de desempleo y por otro, a la situación económica del país.
Para atender la emergencia y dar sostenibilidad a sus finanzas, la Caja cuenta con un Fondo de Contingencia, pero además realiza gestiones con el Gobierno para que este cancele su deuda.
Luis Diego Calderón, gerente financiero de la Caja, respondió a EF unas consultas sobre la salud financiera de las arcas de la institución, vía correo electrónico.
A continuación la entrevista:
¿Cómo se nutre el fondo de emergencias de la CCSS? ¿De dónde provienen esos recursos?
La Junta Directiva de la CCSS aprobó en el acuerdo tercero del artículo 29, de la sesión 8855, celebrada el 21 de julio 2016, la creación de una reserva para contingencias, con el propósito de disponer de un monto de recursos que permita a la institución responder a la atención de eventos adversos que impacten directamente la prestación de los servicios institucionales.
El financiamiento del Fondo de Contingencias proviene de los ingresos corrientes que recibe el Seguro de Salud y del excedente de períodos anteriores.
Más allá de las erogaciones de dinero para atender la emergencia sanitaria, ¿la reducción de ingresos por la afectación en los salarios y contribuyentes también puede impactar el tamaño del fondo de emergencia en el futuro?
Por el principio mismo que da origen al Fondo (disponer de recursos para atender situaciones de emergencia, situaciones imprevisibles y garantizar la continuidad de los servicios), los recursos del Fondo de Contingencias con que se dispone en este momento están garantizados, independientemente de la evolución de los ingresos que se derive de la desaceleración económica y el empleo del país.
¿Los recursos de este fondo están en instrumentos líquidos? ¿Qué tan rápido puede la Caja acceder a ellos?
Los recursos del Fondo de Contingencias se encuentran a la vista desde febrero 2020, momento en que se previó la llegada del COVID-19 a Costa Rica, y en inversiones a muy corto plazo, por lo que se puede disponer de ellos en un plazo casi inmediato.
El presidente de la Caja, Román Macaya, mencionó durante una conferencia de prensa que una de las enseñanzas que dejaba esta emergencia sanitaria, al menos hasta ahora, es la necesidad de contar con un fondo de emergencias más robusto, ¿cómo se podría lograr esto? ¿cuáles vías podrían evaluarse?
Considerando la magnitud y el alcance de la emergencia del COVID-19, la gerencia financiera realizó acciones para reforzar el monto del Fondo en ¢20.000 millones, adicionales a los ¢45.000 millones iniciales. En esa línea, se dará seguimiento a las necesidades de recursos para atender la pandemia y el saldo disponible del fondo, para realizar las acciones que permitan disponer de mayores recursos.
Además de la emergencia sanitaria, ¿en qué otro tipo de situaciones ha tenido que utilizar la Caja este fondo de emergencias?
La institución dispone de este fondo desde el 2016, el cual se ha utilizado en la rehabilitación de la infraestructura y de los servicios ante emergencias como los Huracanes Otto y Nate, lluvias e inundaciones que han afectado algunos centros de salud y para garantizar la continuidad de los servicios ante movimientos de huelga.
¿Cuál es la más reciente actualización de los recursos utilizados del fondo de emergencia? El último dato que se dio a conocer correspondía al uso del 44% del monto total.
Al 20 de abril del presente año, se han asignado recursos para la atención de la pandemia por un monto de ¢28.763 millones, que equivalen a cerca del 45% de los recursos dispuestos actualmente para el Fondo de Contingencias.
¿Han realizado estimaciones que permitan proyectar hasta cuándo alcanzarían estos recursos del fondo conforme transcurran los meses de esta emergencia?
La institución dará seguimiento oportuno a las necesidades de recursos para atender la emergencia, con el fin de reforzar el Fondo de Contingencias en caso de que se requiera.
Pero igualmente, y considerando que actualmente los esfuerzos institucionales están enfocados en la atención de la pandemia, la Junta Directiva acordó instruir a las gerencias y la administración en general, para que los recursos del presupuesto ordinario 2020 se orienten hacia la atención del COVID-19, priorizando las contrataciones y actividades a realizar en el corto y mediano plazo, y revisando la programación en el uso de los recursos.
Si este fondo se agotara, ¿cuáles otras vías o recursos disponibles tendría que utilizar la Caja para continuar atendiendo la emergencia sanitaria? ¿Existen otras opciones y a cuánto dinero ascienden?
La CCSS está realizando gestiones ante el Gobierno de la República para el pago de las transferencias establecidas por ley, las cuales se constituyen en una fuente de recursos para atender la emergencia y el resto de los gastos de operación. La deuda estatal a la fecha asciende a ¢1.517.561 millones en el Seguro de Salud y ¢238.535 millones en el Seguro de Pensiones.
Adicional a lo mencionado en el punto anterior, la institución cuenta con varios fondos, con el propósito de disminuir la brecha institucional en infraestructura y equipamiento, lo cual se refleja en el Portafolio Institucional de Proyectos de Inversión, los cuales están en la etapa de planeamiento, recursos que se podrían acceder en caso de ser necesario.
¿Cómo resumiría la situación financiera actual de la Caja, más allá de este fondo? Para atender la crisis y el resto de sus obligaciones, incluidos pagos de salarios al personal de salud, residentes y administrativos.
El nuevo coronavirus tiene efectos directos en la institución, la cual, como proveedora de los servicios de salud del país, ha tenido que organizar, reforzar y ampliar los servicios; así como dedicar recursos adicionales para una atención adecuada y oportuna a la población costarricense.
También se pronostica una incidencia directa en los ingresos, los cuales se verán disminuidos por la reducción en la actividad económica del país y la pérdida de empleo, especialmente en el sector privado, debido al aislamiento social requerido para evitar el contagio; situación que no es exclusiva de Costa Rica, sino de muchos países, incluyendo nuestros principales socios comerciales.
Ante ello, la CCSS está realizando las acciones correspondientes para garantizar el equilibrio financiero, con medidas que van desde la priorización de las actividades y el presupuesto, el uso eficiente de los recursos y la negociación con el Estado para la transferencia de los recursos que por ley corresponden.